Profesor de instituto, recientemente jubilado, en distintos centros de la provincia (el último, el IES Turaniana de Roquetas), Tonda busca también acercar sin crispaciones el Milenio al gran público, aunque el resultado final va mucho más allá. LA VOZ me pidió que me centrara en la Almería del siglo XI aunque con la excusa del Milenio he querido abordar otras cosas. Por ejemplo, cómo ha ido cambiando a lo largo del tiempo la Puerta de Purchena.
De esta forma, el lector podrá ver en una doble página cómo era la puerta de Pechina, que jamás fué conquistada, en el año 1309 [Mons. Rocaberti], gracias a una ilustración del propio Tonda, para después observar desde el mismo punto, en una fotografía tomada setecientos años después, cómo está hoy la actual Puerta de Purchena. La vieja Puerta de Pechina como todas las fortificaciones, fué reparada y modificada tras terremoto, riadas, asedios, novedades en la arquitectura militar y hasta preferencias estéticas. Sin embargo, estructuralmente mantuvo la planta y diseño califal tardío de la era de Jayrán durante 500 años, a los que denominamos fase medieval o musulmana de la Bab Bayyana o Puerta de Pechina, escribe el profesor en la revista.
Asimismo, el ejemplar que edita este diario aprovecha para desmitificar algunas convenciones. Por ejemplo, Jayrán no fué rey de Almería, aunque lo fuese de facto, sino fata, gobernador en nombre del desaparecido califa Hisam II. Y también decimos que al-Mutasim, como rey, fué un manta: los historiadores, en plan de broma, decimos que intervino en diecisiete guerras y perdió dieciocho....
La revista también ahonda en los orígenes de la ciudad. Pensar que se creó hace mil años es un error generalizado. Oficialmente se fundó en el año 955 por Abd al Rahmán III aunque no fué una ciudad nueva sino que nace a partir de un asentamiento existente desde mucho tiempo antes, expone Tonda.
Llevo trabajando en esto más de treinta años, media vida
Llevo trabajando en esto más de treinta años, media vida. Cuando LA VOZ me pidió esta colaboración intenté que fuera algo accesible, no un rollazo: ya vendrán los libros y las cuestiones académicas. Por eso mi afán por darle un toque de humor y hacerlo comprensible y agradable al lector, no algo antipático y feo. Juan José Tonda, autor de los textos e ilustraciones de la revista conmemorativa del Milenio del Reino de Almería que edita LA VOZ, es uno de los grandes conocedores del rastro que el pasado ha dejado en Almería a lo largo de la historia. Por eso, es una voz autorizada cuando afirma que todo es relativo cuando se habla del esplendor del Reino de Almería. Pienso que la época de máximo esplendor siempre es la actual y la que llegará mañana. Es cierto que Almería, durante el siglo XI, llegó a dominar de forma directa, o indirecta por influencia, una zona que llegaba desde el sur de Valencia hasta territorios cercanos a Toledo y hasta las puertas de Córdoba.
Eso sí, Tonda hace hincapié en que a pesar de todo nunca llegó a conquistar Granada. Esa frase de que Cuando Almería era Almería, Granada era su alquería... quizás hubiera sido más preciso decirlo de Valencia, Murcia o Jaén en lugar de Granada.
El historiador también destaca que en al-Ándalus convivieron razas y religiones muy diversas con las tensiones propias de la época, por lo que tampoco un ejemplo de tolerancia como en ocasiones se ha presentado.
Los Milenios de Almería
En cuanto a los actos conmemorativos del Milenio del Reino de Almería, que han ocupado la mitad de este 2014 que mañana se despide, Juan José Tonda piensa que han existido varios milenios que no han llegado a tocarse. Ha existido el Milenio de las instituciones, otro de las asociaciones de vecinos, otro de aquellas más especializadas... Las instituciones lo han hecho bien pero ha habido taifas, y no todo por cuestiones políticas. En Almería seguimos siendo muy taifales. Y es una pena, porque se han intentado hacer plataformas comunas. Han sido milenios que han transcurrido de forma paralela, ni siquiera en sentido contrario, expone.
Eso sí, no todo ha sido negativo. Lo mejor es que la gente ha empezado a percibir que existe un pasado, que tenemos un patrimonio y unas oportunidades de conocerlo y de respetarlo. Aunque el Milenio se acabe, es un buen punto de partid@ que debe servirnos para movernos todos sin condicionamientos previos, huyendo de las taifas, concluye.
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