LA BERREA, EL ESPECTÁCULO NATURAL MARCA EL INICIO DEL OTOÑO EN LOS FILABRES
La berrea, el espectáculo natural que marca el inicio del otoño en Los Filabres
Los machos de ciervo rojo llenan la sierra con sus berridos y sus luchas por el apareamiento
Llega septiembre y con él la lluvia y las nieblas a la Sierra de los Filabres. En municipios como Serón, por las tardes se levanta ya una brisa fresca que obliga a rescatar del armario la ropa de abrigo que dejamos allí olvidada a finales de mayo y, también por las tardes, un curioso, y al mismo tiempo sobrecogedor sonido comienza a resonar por los valles y los bosques de los alrededores del pueblo.
Es la berrea del ciervo. Los machos vagan en busca de los ’harenes’ de hembras emitiendo un potente berrido gutural para llamar su atención y adueñarse de la manada. Cuando dos rivales se encuentran, el espectáculo está servido. "Con algo de suerte y conocimiento de los barrancos en los que se encuentran las hembras, es posible contemplar las luchas de los machos", asegura el alcalde de Serón, Juan Antonio Lorenzo, en referencia a uno de los combates por el apareamiento más llamativos e icónicos que se pueden presenciar en el reino animal...
Freud recomendó radiar intensamente los ovarios de la madre de Felipe de Edimburgo, esposo de Isabel II de Inglaterra. Es una de las penurias que sufrió Alicia de Battenberg, una princesa que padecía sordera y que fue monja y heroína. Un investigador acaba de analizar su historial psiquiátrico. Por Fátima Uribarri/ Fotos: Getty Images
Los turcos ganan la guerra. Un grupo de oficiales toma el poder y exige la abdicación de Constantino I de Grecia. Al príncipe Andrés -hermano del rey- lo detienen, juzgan y condenan al destierro. Debe escapar con urgencia al exilio con su mujer, la princesa Alicia, y sus cinco hijos. Salen en su auxilio la Marina británica -que pone a su disposición el crucero HMS Calypso- y Marie Bonaparte -casada con Jorge, hermano de Andrés y dueña de una finca cerca de París-, que les ofrece cobijo. La familia sale a toda prisa: al pequeño Felipe, de 18 meses, lo transportan en una caja de naranjas como cuna improvisada y se embarcan hacia el exilio.
En Francia, Alicia de Battenberg se dedica a obras de caridad, atiende una tienda benéfica y se ocupa de sus hijos: Margarita, Teodora, Cecilia, Sofía y el pequeño Felipe, quien más tarde se convertiría en Felipe de Edimburgo, consorte de la reina Isabel II de Inglaterra.
Los días del exilio en Francia fueron cruciales en la vida de la suegra de la reina de Inglaterra. A partir de allí se torció su destino para siempre, quedó separada de su familia y sufrió una cadena de calamidades que, cuando se conocen ahora, ponen los pelos de punta...
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