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SIN SANGRE NO HAY SALVACIÓN, REFLEXIÓN CRISTOLÓGICA EN UNA VISITA PASTORAL A AFRICA DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II

Una tesis doctoral sostiene que el cáliz de València es el Santo Grial

Defiende que “cumple con todos los requisitos” para que provenga de la Jerusalén del siglo I o II a.C.

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Una tesis doctoral sostiene que el cáliz de València es el Santo GrialPresentación de la investigación que asegura avalar científicamente y "con el 99,9 % de probabilidades" que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia (Juan Carlos Cardenas / EFE) 
EFEVALÈNCIA
27/02/2019 19:09Actualizado a 27/02/2019 19:32

La tesis doctoral de la historiadora del arte Ana Mafé presentada en la Universitat de València (UV) ha relacionado el cáliz de la Catedral de València con el Santo Grial, mediante un estudio historiográfico de la pieza que establece que “cumple con todos los requisitos” para que provenga de la Jerusalén del siglo I o II a. C.

Así lo ha presentado Mafé durante una rueda de prensa en la que ha mostrado las conclusiones del “primer estudio en el mundo de la protohistoria del Santo Cáliz”, en las que destaca que la de Valencia es “una verdadera copa hebrea” y que “nunca se había catalogado así”.

A este acto han acudido, además de la autora de la tesis, Juan Miguel Díaz, el canónigo celador del Santo Grial, y Ángela Di Curzio, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Roma.

Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia
Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia (Juan Carlos Cardenas / EFE) 

Intentar vertebrar la ciudad de València con un relato turístico

El objetivo con el que Mafé -que se ha denominado a sí misma como “admiradora, desde un punto de vista historiográfico, de la pieza de la Catedral”-, ha realizado el estudio es el de “intentar vertebrar la ciudad de València con un relato turístico”. Asimismo, ha señalado que a través de una investigación que no ha incluido en la tesis, se avala “con un 99,9% de probabilidades” que el cáliz de Valencia “pudo ser” el Santo Grial

Preguntada por si podría ser la copa de la Última Cena, ha reconocido que “no se puede hacer afirmaciones de este tipo de forma alegre porque se pierde todo el cientifismo”, y ha apuntado que lo que se demuestra es que la reliquia, a nivel histórico, se puede ubicar en ese tiempo.

“En la tradición -ha explicado- es una copa que salió de Jerusalén hacia Roma y, en el año 258 d. C., aproximadamente, el emperador Valeriano decide perseguir a la primitiva comunidad, la despoja de sus bienes y el único diácono que queda vivo en Roma en ese momento es Lorenzo, de origen hispánico, que manda la copa a Huesca”.

Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia
Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia (Juan Carlos Cardenas / EFE) 

Tras la invasión sarracena se trasladan todas las reliquias a los Pirineos

Tras la invasión sarracena se trasladan todas las reliquias a los Pirineos y la reliquia se custodia en San Juan de la Peña, desde donde los monjes la entregan a cambio de un donativo “importante” a Martín I el Humano en 1399 d. C.

Cuando Martín I fallece, el relicario se transfiere a Alfonso V el Magnánimo, que se traslada a Valencia con su relicario y lo deja como aval a la Catedral 1437, donde queda custodiado hasta la actualidad, ha afirmado.

La tesis doctoral de Mafé se titula “Aportes desde la Historia del Arte al turismo cultural: el Santo Cáliz de Valencia como eje del realto turístico que sustenta el Camino del Santo Grial en el siglo XXI”, y la ha realizado a través de una beca del Centro Óptico Losan.

Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia
Presentación de la investigación que asegura avalar científicamente y ’con el 99,9 % de probabilidades’ que el Cáliz que alberga la Catedral de Valencia(en la imagen) pudo ser el que Jesús utilizó en la última cena que narra la Biblia (Juan Carlos Cardenas / EFE) 
 

Una tesis demuestra que el cáliz de Valencia es el auténtico Santo Grial

San Juan de la Peña, escondrijo del Santo Grial

El monasterio oscense se considera la cuna del reino de Aragón

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San Juan de la Peña, escondrijo del Santo GrialClaustro del monasterio de San Juan de la Peña construido bajo un abrigo rocoso (Francis Raher vía Wikimedia Commons) 
PEPE VERDÚ
03/03/2019 00:05Actualizado a 03/03/2019 00:19

Busco el Santo Grial, nada menos. Sigo su rastro. No soy el primero, claro, antes lo hicieron el caballero artúrico Perceval; el compositor Richard Wagner; el jerarca nazi Heinrich Himmler; el arqueólogo Henry Walton Jones Jr., más conocido como Indiana Jones; el investigador Robert Langdon, protagonista de El código Da Vinci... Por suerte, yo juego con ventaja: me han dado un soplo, me aseguran que el cáliz permaneció más de tres siglos en el monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Hacia allí me encamino por la carretera N-240, hasta que, entre Jaca y Yesa, me desvío por la A-1603. A ver qué averiguo.

Villa de Santa Cruz de la Serós, Huesca
Villa de Santa Cruz de la Serós, Huesca (De Zarateman via Wikimedia Commons) 

Domino mi impaciencia mientras estiro las piernas en Santa Cruz de la Serós . El pueblo exhibe una arquitectura tradicional en piedra muy bien conservada. Los tejados son a dos aguas y tienen una inclinación considerable, síntoma de la abundancia invernal de nieve. Me llaman la atención las chimeneas: cónicas o cilíndricas, sobresalen mucho y están techadas para que la nieve no las tapone.

La iglesia parroquial, Santa María, es un templo románico del siglo XI. Sus dimensiones sorprenden para un núcleo tan pequeño. La explicación es que formó parte de un gran monasterio benedictino de alto copete, aquí se enclaustraron infantas reales y mujeres de la alta nobleza aragonesa. Precisamente el topónimo “de la Serós” alude a las religiosas (sorores o serols) que pertenecieron a esa comunidad. Cuando el monasterio se abandonó en el siglo XVI, sus ya desaparecidas dependencias abastecieron de sillares a muchas casas del vecindario.

Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós
Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós (GFreihalter vía Wikimedia Commons) 

Una de las personas que tomaron hábitos en Santa Cruz de la Serós fue la infanta doña Sancha, hija de Ramiro I, el primer rey de Aragón, y hermana de Sancho Ramírez, el monarca que hizo de Jaca la primera capital del reino. Quizás Santa Cruz de la Serós parezca hoy un lugar sencillo, rural, pero fue un importante centro de poder político, evidencia que me devuelve al motivo de mi estancia en estas tierras: la búsqueda del Santo Grial. Casi lo olvido, embelesado ante el Tríptico del Santo Entierro, un lienzo creado en Amberes en torno a 1515.

El Santo Grial es la copa que Jesucristo usó en la Santa Cena para instituir el sacramento de la Eucaristía. Luego, José de Arimatea recogió en ella la sangre que brotaba de la herida abierta por la lanza en el costado de Cristo crucificado. La sabiduría popular le atribuye poderes extraordinarios, no solo de orden espiritual sino también material. Formó parte de los tesoros de la Iglesia en Roma hasta mediados del siglo III, cuando el emperador Valeriano intensificó la persecución de los cristianos.

Representació del San Grial en el monasterio de San Juan de la Peña
Representació del San Grial en el monasterio de San Juan de la Peña (Kom bo vía Wikimedia Commons) 

Para proteger el cáliz, el papa Sixto II confió la custodia a su diácono, san Lorenzo, quien era natural de Huesca. La copa desapareció. Luego, a comienzos del siglo XIII, el poeta alemán Wolfram von Eschenbach recuperó su mito a través de la historia de Perceval, incorporándose de lleno a los relatos del ciclo artúrico.

Qué bonita es la ermita de San Caprasio. Fué la primera iglesia parroquial de Santa Cruz de la Serós, se levantó a principios del siglo XI en estilo románico lombardo. Me hace pensar en las cuadrillas de constructores itinerantes, anónimos, que iban de pueblo en pueblo y alzaban templos a cambio de manutención durante la alta edad media. 

La  ermita románica de San Caprasio en Santa Cruz de la SerósLa ermita románica de San Caprasio en Santa Cruz de la Serós (jalvarezg / Getty Images/iStockphoto) 

La iglesia se consagró primitivamente a San Cipriano, pero más tarde cambió su advocación por la de San Caprasio, de origen francés y muy vinculado a las peregrinaciones a Compostela —no olvidemos que por aquí pasa un ramal del camino aragonés—. En 1089, esta iglesia y todas sus posesiones fueron donadas al monasterio de San Juan de la Peña. Hacia él me encamino, a través del paisaje protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, un territorio de media montaña, rico en pinares y encinares, y con una notable población de aves rapaces.

Según la tradición aragonesa, la copa llegó a Huesca en torno al año 258

Los siete kilómetros que separan el pueblo del monasterio me permiten repasar mentalmente la historia del Grial. Según la tradición aragonesa, la copa llegó a Huesca en torno al año 258 de la mano de san Lorenzo. Permaneció en manos de los obispos locales hasta 712, cuando la invasión musulmana provocó una desbandada, y la ocultación de tesoros y reliquias en el Pirineo. 

Supuestamente, el Grial se guardó un itempo en una cueva cercana a Yebra; luego, en el monasterio de San Pedro de Siresa, en el valle de Echo; más tarde, en el monasterio de Santa María de Sasabe, cerca de la actual villa de Borau; y finalmente llegó a la catedral de Jaca, cuyas desproporcionadas dimensiones se explicarían por la necesidad de ser una morada digna para el Santo Cáliz. Ya en 1076, un obispo jacetano llevaría consigo la copa a San Juan de la Peñacuando se retiró allí.

Monasterio de San Juan de la Peña en AragónMonasterio de San Juan de la Peña en Aragón (Tramont_ana / Getty Images/iStockphoto) 

La primera visión del monasterio pone los pelos de punta: se agazapa bajo un enorme peñasco conglomerado que parece a punto de sepultar el cenobio para siempre. “Fosfatina” o “puré” son palabras que acuden a la mente, pero no están justificadas, ya que el convento pervive perfectamente mimetizado con la montaña desde hace mil años

El emplazamiento, eso sí, es dramático. Aquellos eremitas que lo colonizaron primitivamente no pudieron encontrar un lugar más idóneo para su ascesis. Si pretendían aislamiento, soledad y silencio, los hallaron a mansalva, más allá de los graznidos de las rapaces que anidan en la peña o del aullido del viento.

En el siglo X se creó una primera y aún minúscula comunidad monástica bajo la advocación de San Juan Bautista. El impulso definitivo, no obstante, lo dio el rey Sancho Garcés III de Pamplona, quien refundó el cenobio en el primer tercio del siglo XI, ya con el nombre de San Juan de la Peña, cediéndolo a la Orden de Cluny. Reconocido popularmente como la cuna del Reino de Aragón, San Juan de la Peña protagonizó un hecho memorable el 22 de marzo de 1071: fue el primer lugar de la península Ibérica donde se ofició una misa con el rito litúrgico romano, dejando así atrás el antiguo rito hispano-visigótico.

El conjunto se encaja en el hueco de la montaña y se reparte en dos niveles

El conjunto se encaja en el hueco de la montaña y se reparte en dos niveles: el inferior acoge la primitiva iglesia mozárabe y la sala de los Concilios, mientras que el superior incluye una segunda iglesia, los panteones real y de los nobles, diversas dependencias monacales y la joya del complejo, el claustro. Este último es muy espectacular, aunque hayan desaparecido sus costados este y sur. 

Esa pérdida trunca el relato que el Maestro de Agüero hilvanó en los capiteles de las columnas y que me deja boquiabierto: el enigmático artista urdió un fascinante recorrido por los principales pasajes de la Biblia, arranca durante la creación de Adán y Eva y acaba con la Santa Cena. La autoría de la obra se identifica por la maestría de las figuras y por la inconfundible manera de representar los ojos de los personajes, muy sobresalientes.

Capitel del monasterio de San Juan de la Peña, HuescaCapitel del monasterio de San Juan de la Peña, Huesca (Miguelheneres via Wikimedia Commons) 

El monasterio estuvo habitado por monjes cluniacenses que, supuestamente, asumieron la custodia del Santo Grial. Los reyes de Aragón acudían con frecuencia a rezar y para recabar la bendición del abad antes de entrar en combate. También venían sus caballeros, creándose una orden de caballería vinculada al monasterio, la de San Juan, cuyos miembros eran enterrados en el panteón de Nobles.

A partir de la segunda mitad del siglo XII, San Juan de la Peña decayó. Las instalaciones se deterioraron e incluso sufrió sucesivos y devastadores incendios. El último fué en 1675, duró tres días. Obligó al abandono del monasterio y a la construcción de otro en el llano de San Indalecio. Por eso San Juan de la Peña alberga hoy dos monasterios: el viejo y el nuevo. Las obras de este último no se acabaron hasta principios del siglo XIX y en ellas se impone el estilo barroco. 

El monasterio nuevo de San Juan de la Peña alberga actualmente el Centro de Interpretación del reino de Aragón, el Centro de Interpretación del monasterio de San Juan de la Peña y una hospedería.

Palacio de la Aljafería en ZaragozaPalacio de la Aljafería en Zaragoza (Francis Raher) 

¿Qué le pasó al Grial en medio de tantas turbulencias? Supuestamente, el rey de Aragón Martín I el Humano llevó el cáliz a Zaragoza el año 1399, al palacio de la Aljafería. Ya en 1437, Alfonso V lo trasladó a la catedral de Valencia, donde aún permanece. Esa copa se talló a partir de una piedra de Calcedonia, y tiene 7 cm de altura y 9,5 cm de diámetro. Se montó sobre un pie en forma de naveta con reborde de oro, y se le unieron dos asas, también de oro, adornadas con perlas y piedras preciosas. 

¿Es el Santo Grial “auténtico”? Es difícil afirmarlo, ya que una veintena de cálices de toda Europa competían por ese reconocimiento durante el siglo XVI. No se sabe con seguridad si alguno de ellos era el verdadero Grial. Eso sí, el catedrático de prehistoria Antonio Beltrán Martínez dirigió un riguroso estudio científico sobre el cáliz de Valencia en 1960. Los resultados constataron que “corresponde a una piedra de Oriente Medio, tallada en un taller oriental, y es de la época de Jesucristo”. Esa es la única evidencia científica. ¿Les parece suficiente?

Es difícil afirmar cuál es el auténtico porqué hay una veintena de cálices en Europa

Plegaria a la luz de la primera luna de primavera

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